lunes, 13 de febrero de 2012

MANIFESTACIÓN CONTRA EL ATC - CANTAR DEL DESTIERRO

Esta entrada me ha llegado a través del correo de parte de un anónimo para que sea posteado, muchas gracias, lo público:


"Viendo el pueblo de Villar de Cañas cerrado a cal y canto me vinieron a la cabeza estos versos del CANTAR DE MÍO CID. Gracias a Dios, nadie de mi familia ni de los muchos niños ni personas mayores que han acudido hoy a la manifestación contra el ATC ha necesitado ni beber agua, ni pedir ayuda en ninguna casa del pueblo. Espero que si alguna vez ellos la necesitan de mí yo sepa tener el corazón que ellos no han sido capaces de mostrar."

(CANTAR DEL DESTIERRO)



Le hospedarían con gusto,   pero ninguno osaba:
que el rey don Alfonso   le tenía gran saña.
Antes de la noche   en Burgos entró su carta
con gran mandamiento   y fuertemente sellada
que a mío Cid Ruy Díaz   que nadie le diese posada 
y aquellos que se la diesen   supiesen vera palabra
que perderían sus bienes   y además los ojos de la cara,
y aun además   los cuerpos y las almas.
Grande duelo tenían   las gentes cristianas;
se esconden de mío Cid,   que no osan decirle nada.
El Campeador   se dirigió a su posada;
cuando llegó a la puerta, la halló bien cerrada,
por miedo del rey Alfonso, así ellos acordaran:
que a menos que la rompiese,   no se la abrirían por nada.
Los de mío Cid   a altas voces llaman,
los de dentro   no les querían responder palabra.
Aguijó mío Cid,   a la puerta se llegaba,
sacó el pie del estribo,   un fuerte golpe daba;
no se abre la puerta,   que estaba bien cerrada.
Una niña de nueve años   a mío Cid se acercaba:
«Ya Campeador,   en buen hora ceñiste espada
«El rey lo ha vedado,   anoche entró su carta,
«con gran mandamiento   y fuertemente sellada.
«No os osaríamos   abrir ni acoger por nada;
«si no, perderíamos   los bienes y las casas,
«y aún además   los ojos de las caras.
«Cid, en nuestro mal   vos no ganáis nada;
mas el Criador os guarde   con todas sus virtudes santas».
Esto la niña dijo   y tornó para su casa.
Ya lo ve el Cid   que del rey no esperaba gracia.
Partióse de la puerta,   por Burgos aguijaba,
llegó a Santa María,   luego descabalga;
hincó las rodillas,   de corazón rogaba.

La oración hecha,   luego cabalgaba;


2 comentarios:

  1. Corazón no se si tendrás, pero gilipollas eres un rato...

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    1. No ofende quien quiere, sino quien puede. Gracias por la visita, no deseada pero también cuenta!

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