sábado, 10 de abril de 2010

Turbas - El día después



Como cada año Cuenca se desborda de gente de todo el territorio en la noche de Turbas, o como la gente más tristemente la conoce, y no por ello bien dicho, la procesión de "los borrachos".
Nos visitan dos tipos de gente, los que vienen a ver la verdadera procesión de las Turbas (turistas), o los que vienen a participar en la procesión de “los borrachos”, porque existe y se desarrolla en la Plaza de España.
Porque por mucho que nos empeñemos en que la gente la conozca por su verdadero nombre, no conseguimos nada si todos los años permitimos ese esperpento.
Hay que saber porque turismo apostamos, si el de la gente tranquila que viene a respetar nuestras tradiciones y deja dinero (por pernocta, por comidas, etc.), o por el turismo de una noche (que no aporta nada, ni pernocta y ni siquiera el alcohol porque lo traen de fuera).
Una cosa es permitir botellones entre amigos universitarios, que al fin y al cabo viven aquí, y otra muy diferente consentir macro-botellones de personas que viene directamente a destrozar la ciudad, y con ella su reputación.
Si se quiere seguir con esto, al menos deberían llevarlos a un espacio autorizado, dónde no molestasen, dónde lo máximo que puedan hacer sea dar una patada al suelo, y además, porque como dice un buen amigo mío, toda la mierda junta se barre mejor.
Y en cuanto al video, se explica por sí mismo.

3 comentarios:

  1. Efectivamente, el tema del botellón del Jueves Santo es un problema, pero nadie se quiere mojar para solucionarlo.

    Al menos los controles echarán para atrás a unos cuantos el próximo año.

    ¡Gran blog!

    Ign

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¡¡Recuerda!! Las ideas están para discutirlas, las personas para respetarlas.